El ERTE (Expediente de Regulación Temporal del Empleo) está en boca de todos desde que se inició la pandemia por coronavirus, incluso, antes de que llegara a nuestro territorio, ya resonaba en los medios de comunicación; sin embargo, no es nada nuevo. El procedimiento y sus causas está regulado en el artículo 47 del Estatuto de los Trabajadores.

Lo que sí es novedoso es la situación de alarma y la precipitación con la que se está acudiendo a este tipo de procedimiento.

Sobre todo, por causas técnicas, ya sea por la falta de abastecimiento en materias primas que están sufriendo las empresas, como por las medidas preventivas: cuarentena de trabajadores o la imposibilidad en algunas empresas o sectores para aplicar medios técnicos que posibiliten el teletrabajo.

A la hora de adoptar una decisión, el empresario deberá valorar que este Expediente de regulación de empleo permite dos cosas:

  • Suspender los contratos de trabajo, o
  • Reducir la jornada laboral (entre un 10 y un 70%)

Pero no es una decisión que pueda adoptar por sí solo, sino que tiene que iniciar el proceso comunicando a la autoridad laboral y a los representantes de los trabajadores y pasar por un período de consultas con los representantes de los trabajadores, que es de 15 días, y también tiene que pedir informe obligatoriamente a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, que tiene un plazo de 15 días para remitirlo.

En caso de fuerza mayor ese plazo de consultas se reduce a 5 días, conforme establece el artículo 51.7 del Estatuto de los Trabajadores para el despido colectivo.

Pero sea un plazo mayor o más reducido, el empresario debe informar y también debe primero intentar llegar a un acuerdo con los trabajadores. Y es algo que deben valorar tanto unos como otros.

Por eso, en caso de encontrarse en esta situación, contar con un buen asesoramiento jurídico es clave, ya que el tiempo y el cumplimiento del proceso evitarán posteriores reclamaciones o impugnaciones.

En definitiva, en situaciones como las que estamos viviendo actualmente, desde Maronda Abogados aconsejamos tres cosas:

  • mantener la calma,
  • buscar un buen asesoramiento jurídico y
  • hacer bien las cosas